Esto pasa cuando conoces a la ptista perfecta para ti. Te
cagas. No literal, aunque a veces sí. Depende la circunstancia, uno puede
quedarse mirando, y a veces, en un muy especial y prácticamente imposible
escenario, acercarte y decir, ¡hola, te ves muy bien! ¿Pero quién en su sano
juicio diría “te ves muy bien” a alguien que no conoce? Bueno, alguien que
acaba de encontrar algo que no buscaba. Porque uno no va por la vida buscando a
la ptitsa perfecta. No. Ellas llegan cuando menos te lo esperas, a veces cuando
más lo necesitas, o cuando siquiera sabías que existían, pero llegan. Así tengas
5 o 50 años; llegan aunque no las reconozcan, aunque no quieras verlas. Tú
tienes el control sobre tu vida, sí, sigue pensando eso, tal vez sea cierto,
pero no tienes el control sobre la ptitsa perfecta para ti. Y pobre de ti si no
estás preparado. Porque una cosa es no buscarlo, y otra muy diferente es no
estar preparado. Sí, así de cabrón, pero tarde o temprano, ese, que ahora tal
vez no lo seas, serás tú. Tú ahí parado, con menos de 5 segundos para decir:
¡Hola, te ves muy bien!
Cuentos Pixeleados
Historias cortas de novelas no publicadas
sábado, 8 de febrero de 2014
sábado, 24 de diciembre de 2011
Un domingo en Navidad
Hoy es domingo. Es oficialmente Navidad y estoy
oficialmente solo. Pero es un buen día. No me puse
muy pedo anoche. Cenamos, juntos, Johnny
Walker y yo. No me duele la cabeza ni me da vueltas
el cuarto. Sólo me quedé dormido con la tele
prendida. A veces temo que esas barras cromáticas
que ponen en la madrugada me hagan daño. Un
tumor o algo. Los vecinos del edificio se han ido
por las fiestas, y eso me agrada. Menos ruido. No
hay bebés llorando ni mocosos tocando los timbres
de los vecinos. El año pasado alguien dejó la serie
de un árbol de Navidad encendida... la gran mierda
se prendió fuego. Vinieron los bomberos. No pasó a
mayores. Ja, “no pasó a mayores”. Espero que eso
no pase este año, no. La atmósfera es agradable.
Para tranquilizarse. Relajarse. Para pensar. Dicen
que estas son fechas para meditar sobre nuestra
conducta, expiar las culpas… veamos… este año he
sido un buen muchacho... con excepción de dos o
tres travesuras que hice en Vegas, en mayo... y casi
no he extrañado a (…), lo cual es bueno.
Me preparo para ver Titanic. Si, ahora estoy seguro. Es domingo. Y es navidad.
oficialmente solo. Pero es un buen día. No me puse
muy pedo anoche. Cenamos, juntos, Johnny
Walker y yo. No me duele la cabeza ni me da vueltas
el cuarto. Sólo me quedé dormido con la tele
prendida. A veces temo que esas barras cromáticas
que ponen en la madrugada me hagan daño. Un
tumor o algo. Los vecinos del edificio se han ido
por las fiestas, y eso me agrada. Menos ruido. No
hay bebés llorando ni mocosos tocando los timbres
de los vecinos. El año pasado alguien dejó la serie
de un árbol de Navidad encendida... la gran mierda
se prendió fuego. Vinieron los bomberos. No pasó a
mayores. Ja, “no pasó a mayores”. Espero que eso
no pase este año, no. La atmósfera es agradable.
Para tranquilizarse. Relajarse. Para pensar. Dicen
que estas son fechas para meditar sobre nuestra
conducta, expiar las culpas… veamos… este año he
sido un buen muchacho... con excepción de dos o
tres travesuras que hice en Vegas, en mayo... y casi
no he extrañado a (…), lo cual es bueno.
Me preparo para ver Titanic. Si, ahora estoy seguro. Es domingo. Y es navidad.
lunes, 21 de noviembre de 2011
viernes, 2 de septiembre de 2011
Escribiendo en la lluvia
... Everybody wants to rule the world
Must be something we get from birth
One truth is we never learn
Satellites will make space burn ...
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